Capitulo 26- Cadaques y de fondo un atardecer.

Eran las 19:30 cuando quisimos salir a dar una vuelta y así poder enseñar el pueblo a Alex, algo que estaba deseando porque ahí íbamos a pasar los próximos días. Salimos de la casa, el pueblo no es que fuese muy grande, pero era un pueblo en el cual había playa y montaña, cosa que a mi me encantaba porque o podías ir a la playa y pasar un día agradable o irte a andar a las montañas.

Decidí empezar a enseñar a Alex el centro del pueblo y poco a poco ir hacia el acantilado y después llevarle a mi sitio favorito, un sitio mágico, sin gente donde reinaba la paz y tranquilidad. Las calles no eran muy grandes pero era un pueblo con muchas cuestas. Le enseñe el ayuntamiento, las callejuelas, el super... y pusimos rumbo hacia la playa...

¿Si tuvieses que elegir entre playa o montaña?¿con que te quedarías? Pregunte. No lo se, nunca lo he pensado... pero supongo que con la montaña ¿por qué lo preguntas Omar? No por nada... porque este pueblo lo tiene todo y tiene rincones que son admirables de ver sobre todo si tienes pareja... por un momento pensé en Myriam y después mire pensativo a Alex... y me pregunte ¿por qué habré dicho eso? No quise empezar a pensar y menos porque no era el momento de hacerlo. Continuemos, sugerí, mira llegamos a la playa de las rocas, se llama así porque ahora en verano, a las 23:32 de la noche la luna se refleja en el agua cristalina del mar y hace que el fondo se ilumine con todas las rocas de distintos colores que tiene esta playa tan característica. Es algo que veremos uno de estos días, si quieres claro... Claro, como no voy a querer velo- contesto Alex mirándome y soltando una pequeña carcajada. Ahora te voy a pedir una cosa Alex. Dime Omar. No quiero que mires atrás en ningún momento ¿vale? . Pero para que. Porque tengo una sorpresa, te voy a llevar a un sitio, del cual yo estoy enamorado, un sitio en donde se ve todo Cadaques, un sitio donde no existe el ruido, solo existe el rugido del mar y el sonido del viento... Si es así , dijo Alex, no mirare en ningún momento hacia atrás. Tomamos el camino hacia el mirador del acantilado, el lugar más alto de todo Cadaques. Estaba atardeciendo y el sol se estaba escondiendo por el horizonte del mar. Cosa que iba a ser perfecta. Llegamos arriba cuando nos acercamos a la valla del acantilado Alex se quedo con la cara atónita en cuanto vio semejante imagen, el mar a los lejos, la ciudad a un lado, y un atardecer donde el sol empezaba a ponerse por el horizonte del mar. Algo que muy poca gente puede decir que ha dicho. Estuvimos ahí hasta que el sol se puso del todo. Alex no aparto la vista ni un momento y yo puedo decir que además de ver esa puesta de sol junto a el no podía evitar mirarle. Tenia esa cara de chico perfecto, esa cara de ser un niño aun, esa cara de sorprendido, esa cara de destino y no casualidad... Tras ponerse el sol, aguantamos un minuto de silencio, no se en que estaría pensando en ese momento, yo desde luego estaba pensando en su cara... pero también en un momento no se porque me acorde de Myriam...

-         Bonita puesta de sol- me dijo Alex

-         Desde luego....- nos encontrábamos sentados en la barandilla del acantilado, tras cinco minutos en silencio- ¿nos vamos? Pregunte, es tarde ya- añadí.

-         Claro vámonos, es tarde y seguro que tu madre y tu padre nos están esperando en casa.

Volvimos a casa en el camino fuimos hablando de la puesta de sol y del día que nos conocimos, recordando viejos tiempos como digo yo... y en menos de darnos cuenta estábamos sentados en la mesa cenando. Cuando acabamos nos subimos al dormitorio.

Alex y yo decidimos dormir en la misma habitación pero en camas distintas. Nos pusimos el pijama y nos tumbamos cada uno en nuestra respectivas camas.

-         Omar- hablo Alex

-         Dime

-         Me a encantado el mirador, no me esperaba esa vista... gracias por llevarme.

-         De nada campeón- le conteste. ¿Estas cansado? Pregunte

-         La verdad es que si, el viaje, después el paseo y la cena... pues... si estoy cansado.

-         Pues bueno descansa, ¿te importa que deje esta luz aun encendida? quiero ver el correo electrónico.

-         Para nada. Me contesto.

Encendí el portátil, y mire el correo resulto que no tenia correo importante. No se porque me dio por abrir una hoja de Word y empecé a escribir.

...Juntos empezamos y juntos acabaremos... Todo esta en estas humildes y sencillas palabras. Un día como el de hoy es un día inolvidable, un sueño, una ilusión... Todo es real, día de sueño, día de nunca olvidar, ante esos ojos bonitos... que siempre los quiero tocar... esos labios carnosos donde la figura de tu rostro me hace pensar y recordar aquellos sueños que siempre quise alcanzar... Cerca tengo tu olor, cerca te necesito tener pienso...

Iguales somos... perdidos a veces nos encontramos... pero siempre estaremos unidos... te quiero y no tengo miedo a decir lo que siento. Como dice esa canción no siento lo que digo sino que digo lo que siento. Cumbre alta, atardecer perfecto, atónito te encuentras mirando donde tus ojos alcanzaran, ese lugar de en sueño en el que ahora estas...

Mi vida la pones en tus manos y yo la mía en las tuyas... Dejarme caer es cogerme y si tu alguna vez te caes te cogeré... Día inolvidable, domingo de primavera que poco a poco la sangre altera. Tu sonrisa... Tus labios... Tus ojos... Tu pelo... Tu vida...

Cada vez que pienso en esa frase ``... Juntos empezamos y juntos acabaremos... ´´ pienso en un fututo, un futuro no muy lejano... donde juntos alcanzaremos la cumbre mas alta de todas, donde yo por fin seré el dueño de ese pico que nunca dejaré escapar, donde el sueño por fin se cumplirá. Por eso antes de terminar como prometí termino diciendo esa frase que nunca vamos a olvidar ``...Juntos empezamos y juntos acabaremos...´´

Me quede pensando, mire hacia Alex y estaba dormido... estaba confuso también pensé mucho en Myriam, pero ¿es esto amor lo que siento? No lo se... mejor me voy a la cama y que mañana sea lo que Dios quiera. Buenas Noches me dije a mi mismo.