Salí del rocodromo, estaba mi padre esperándome, pero no estaba solo estaba con mi hermana y mi madre. Algo que me resultó muy raro... porque que mi hermana viniera a buscarme y con perro incluido... algo me olía raro.
- Hola cariño ¿Qué tal ha ido el día?
- Bien Mama
- Omar, nos vamos a pasar el fin de semana al pueblo, perdónanos por no haberte avisado antes, pero la vecina Francisca, la de las fresas (si la de las fresas porque siempre que pasabas a su casa tenia fresas y te insistía a que cogieras una o dos) ha muerto.- dijo mi madre
- Vale Mama no pasa nada, un poco de relax me vendrá bien.
La verdad, no me apetecía ir al pueblo porque era un gran viaje, mi pueblo es un pueblo costero llamado Cadaques en Girona, si es un pueblo muy bonito con una costa fantástica pero aguantar unas 10 horas de viaje después de haber realizado deporte como que no apetece mucho... pero allá vamos a ver lo que nos espera en Cadaques el pueblo perdido de la mano de Dios.
....
Eran las 4:30 de la mañana cuando llegamos al pueblo, subimos a casa, un pequeño chalet, no demasiado grande pero bastante bien para pasar unas vacaciones, bien merecidas. En cuanto llegamos mis padres y mi hermana fueron a la iglesia a acudir al velamiento de la vecina. Pero yo después de hacer deporte y después de todo lo que había ocurrido hoy, puse las sabanas abrí la ventana que daba al mar y se oia el oleaje me metí en la cama y caí rendido.
¡TON! ¡TON! ¡TON!
Me desperté de golpe a causa de las campanadas de las doce del medio día que indicaba un nuevo día pero estas sonaban de diferente forma, sonaban al funeral de la vecina. Me vestí rápidamente y baje al acantilado. Había mucha gente, nunca había visto tanta gente en el pueblo y menos en el acantilado. A la vecina la habían incinerado y sus restos descansaban en una vasija con una greca romana.
- Ella siempre nos sonreía cada mañana y nos alegraba con ese olor tan dulce a fresas- dijo una mujer
- Ella siempre te daba todo sin dar tu nada a cambio- dijo un hombre
- Ella... Ella... Ella... solo era mi madre...- dijo su hija abrió la vasija- ... su ultima voluntad era que sonara la canción de Cuando me Vaya de Melocos en su funeral...- la canción empezó a sonar de fondo-... porque ella nunca pensó que este momento llegaría pero sabia que iba a llegar... por eso Ella quiere que no caiga una lagrima por ella que solo quede la amistad y esos recuerdos y sueños vividos y que ya no entrará por su ventana ese olor a sal porque ella será la propia sal.- Arrojo las cenizas al mar... y la chica comenzó a llorar...
La verdad, yo la conocía desde que era pequeño y las lagrimas se me saltaron, puesto que había crecido con ella...
- ¿Omar?- dijo una voz familiar
- Si...- me gire
- ¿Ana?- dije con cara de ilusión
- Si, soy yo Omar- se me echo a los brazos
- ¿Qué es de ti? ... Joder que bueno que estas!... ja ja ja
- Ja Ja Ja gracias tu también estas muy guapa. Pues nada aquí estamos en el pueblo donde me ves.
- ¿y que es de ti?
- Pues nada, como siempre aquí viviendo, criando a mi hermano
- Ahhh...
- ¡Te voy a llamar esta tarde! Tenemos muchas cosas de las que hablar. – me dijo y se fue corriendo
Y te preguntaras ¿Quién diablos es Ana? Ana a sido mi amiga desde los tres años todos los veranos los 3 meses los he pasado aquí en el pueblo y ella a sido... una amiga... mejor dicho una hermana...
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